En el mundo tan digital en el que vivimos hoy en día, las empresas B2B en especial de manufactura están empezando a considerar tomar el control y llevar la relación directa con sus clientes. Este cambio es impulsado por la gran necesidad de mantenerse competitivo en el mercado cambiante, así como la necesidad de brindar a los consumidores una experiencia personalizada.
La aceleración del e-commerce ha revolucionado la manera en la que los negocios interactúan con sus consumidores. Para empresas de manufactura, esto significa alejarse del modelo tradicional de ventas y moverse hacia el enfoque direct-to-consumer (DTC). Aunque este cambio puede traer grandes beneficios también trae consigo algunas consecuencias que deben considerarse.
Estas organizaciones pueden no tener el expertise en marketing o servicio al cliente como empresas enfocadas en el consumidor, que históricamente han llevado esta relación directa. Esto puede llevar (sobre todo al principio) a un rezago y falta de lealtad de los clientes, así como una caída en ventas.
Otro factor de riesgo es que mantener y configurar una plataforma para DTC (direct-to-consumer) puede ser costoso y no hay mucha garantía de que haya un retorno de inversión inmediato. Debe definirse una buena estrategia y correcta ejecución para obtener el beneficio de este enfoque y a la larga tener la ventaja competitiva que necesitan.
El principal beneficio de este enfoque (DTC) es que permite llegar a una audiencia mucho más amplia y tener un proceso de toma de decisiones mucho más enfocados en el consumidor.