5 maneras de mejorar la producción de contenido

Podrás tener toda la estructura y organización del mundo cuando se trata de tu propio proceso creativo, pero nada de eso importa si todo el contenido que haces para tu sitio web se queda atorado en el proceso de aprobación.

El contenido, ya sea en forma de artículos de blog, videos, ebooks, guías, infografías, etcétera, es el componente clave de tu estrategia de Inbound Marketing.

Si estás buscando mejores maneras de optimizar tu estrategia de Content Marketing hemos creado esta lista para corregir los errores más comunes a la hora de revisar y aprobar contenido.

1. Encuentra el momento adecuado para dar retroalimentación

Una de las claves para mejorar la producción de contenido es la administración del tiempo. Todo mundo conoce el riesgo de revisar el trabajo cuando va muy avanzado y no tener el tiempo necesario para corregir los errores, pero es igualmente peligroso revisar y hacer correcciones antes de tiempo cuando se tiene un proceso creativo.

Como responsable necesitas asegurarte de que el contenido a tu cargo esté cumpliendo con los requisitos y eso usualmente se traduce en checar con tus creadores de contenido rápido y seguido.

Pero revisar demasiado rápido puede interrumpir el proceso creativo y romper la cohesión necesaria para crear contenido cautivador.

Lo mejor es definir tus expectativas por adelantado y dar retroalimentación en un borrador, en lugar de estar encima del equipo que crea el contenido. De otra forma estarás perdiendo demasiado tiempo por cada pieza de contenido.

2. Contextualiza tu retroalimentación

Una vez que una pieza de contenido está lista para su revisión, tienes que especificar el tipo de retroalimentación que necesitas, así ahorrarás tiempo y frustración. Las preguntas vagas como “¿Qué piensas?” o “¿Cómo se puede mejorar?” van a recibir respuestas igual de vagas.

En lugar de eso, especifica las áreas que requieren retroalimentación y las que no. Por ejemplo, si tu equipo está trabajando en un testimonio en video, trabaja en la retroalimentación del contenido, en lugar de desgastarte con temas como la corrección de color o la mezcla de audio.

Contextualiza las retroalimentaciones y enfócate en lo que necesita revisarse para hacer más eficiente el trabajo de todos.

3. Da retroalimentación enfocada a la acción

El objetivo de revisar una pieza de contenido es mejorarla, no hacer énfasis en las fallas del proyecto o de la persona que lo realizó. Una buena retroalimentación siempre sugiere acciones para llevar a cabo.

Una forma de asegurarte de que tu retroalimentación esté enfocada a la acción es asegurarte de que sea específica a un problema que necesite ser resuelto antes de dar el siguiente paso.

Si hay algo que no te gusta, pregúntate por qué y qué harías para mejorarlo.

4. Separa los procesos de revisión y aprobación

Solicitar retroalimentación es diferente a pedir aprobación, así que una forma de practicar revisiones saludables es separar las dos en procesos independientes.

No todos los que necesitan revisar tienen el poder para aprobar y no todos los que tienen el poder de aprobar necesitan involucrarse en las primeras revisiones.

Mantén el proceso de revisión adaptado a etapas específicas del proceso creativo y solamente cuando esté aprobado, los demás involucrados podrán emitir un juicio.

La revisión debe tratar de cambiar y dar forma al contenido, mientras que la aprobación debe indicar si el contenido en cuestión es lo suficientemente bueno para publicarse.

Utiliza una herramienta que te brinde control y automatización en tus procesos de entrega, revisión y publicación como: Content Tools.

5. Reduce al mínimo el número de involucrados en el proceso

Si has seguido los pasos anteriores y has recibido retroalimentación útil para preparar tu contenido para la última etapa de aprobación, lo último que necesitas es que seis personas diferentes necesiten dar el visto bueno al trabajo.

Precisamente por esto separaste revisión y aprobación, para que tu contenido llegue en mejor forma y solo necesite la aprobación de una persona antes de publicarse.